En el mundo
entero el movimiento a favor de la regularización del cannabis ha derribado las
barreras legales impuestas por los Estados a mediados del siglo pasado,
consolidando un nuevo momento, en donde la garantía de los derechos de
consumidores medicinales y lúdicos pasa a primer plano del debate público,
permitiendo que miles de ciudadanos y ciudadanas se articulen social y económicamente a la
legalidad. Países como Uruguay o Colombia, con sus límites y contradicciones, son ejemplos de cómo se puede
desarrollar importante industria que aporta más de 20 millones de dólares anuales en retornos
tributarios y está enfocada en el bienestar de las personas.
A tono con
lo que sucede en diversos lugares de América, en el Ecuador se ha avanzado en
torno a la regularización del Cannabis Medicinal en distintos cuerpos legales,
como el Código Orgánico de la Salud y las reformas del Código Orgánico Integral
Penal, gracias a la presión, articulación y coordinación de las organizaciones
sociales cannábicas, empresas e individuos que luchan por la regularización del
cannabis.
Lo avanzado
ha sido importante, pero es apenas un inicio de una lucha que la consideramos
integral, enfocada en la plena garantía de los derechos constitucionales de
usuarios, productores y artesanos que trabajan con el cannabis y los diversos
mercados que existen en torno a ella, esto es, lo industrial, el aspecto
medicinal, y el personal adulto. En este sentido planteamos una regularización
integral de todos los usos relacionados con el cannabis, así como la
formalización de las relaciones económicas y jurídicas que los cultivadores
enfocados en su plena integración legal de su actividad a través de la
regularización tributaria y controles sanitarios respectivos.
El cannabis
es una planta versátil cuyas propiedades van desde lo medicinal, pasando por lo
industrial y lo social. El registro histórico de su uso muestra su profunda
relación con el bienestar y la salud de personas, con aspectos mágicos y
rituales, propiedades que se han develado sumamente efectivas para combatir
enfermedades como el cáncer, pero también para la convivencia social. Lastimosamente
hay sectores que quieren desvincular los diferentes aspectos de la lucha
enfocándose únicamente en el aspecto medicinal, olvidando de manera deliberada
que es el usuario recreativo quien guardó el conocimiento local sobre el
autocultivo, el abastecimiento o la extracción de aceites con enfoque terapéutico
y ha sido pieza clave en la búsqueda de salud de miles de personas que han
encontrado bienestar en la planta.
Nuestra
plataforma es incluyente e inclusiva y va contra la condena y criminalización de lxs
usuarixs ha sido implacable desde mediados del siglo 20, desplegando una
campaña de difamación y mentiras que se han convertido en la forma común como
se entiende al cannabis recreativo. Producto de estos existe un miedo que, en
base a mentiras, quiere estereotipar a los usuarios recreativos y sociales como
personas ajenas al movimiento por la regularización del cannabis medicinal y a la vez condena a usuarios medicinales a los riesgos de la criminalización, incluyendo la vulneración de sus derechos y la falta de garantías del estado para el derecho a la salud, como el caso del compañero José Quintana, colombiano, activista y paciente oncológico recuperado quien se encuentra preso en la ciudad de Tulcán desde hace casi dos meses, privado de su medicina y en condiciones de riesgo para su vida. Cabe destacar que las cifras en Ecuador sobre las mujeres encarceladas por delitos de drogas también son terroríficas, de 7 a 8 de cada 10 están privadas de libertad por relacionarse al cannabis o a otras sustancias ilegales.
Las marchas
Mundiales por la Marihuana, han sido, desde su experiencia concreta, espacios
de inclusión y proyección de una plataforma integral, que invite e incluya a
todas las personas a pensar un futuro mejor en dónde las medicinales estén al
acceso de la gente, y no controladas por empresas, políticos o gobiernos. El
Cannabis, es justamente esta medicina asequible, socialmente responsable y profundamente
efectiva, que a través del autocultivo, es fuente de bienestar y salud.
Es en este
sentido que reivindicamos el rol de todxs lxs usuarixs personales como puntal
fundamental para que la medicina llegue a los hogares de miles de usuarios
medicinales, ya que ellxs, constantemente, han estado movilizadxs por la
regularización y han sido quienes proveen de la materia prima. Son justamente
estas personas las que deben ser protegidas por la nueva normativa de
regularización, los productores de cannabis, quienes con mucho esfuerzo han
elevado el nivel y calidad de las plantas medicinales y recreativas.
De esta
manera, el modelo de regularización integral y de base económica local del
cannabis se hace un elemento central en la plataforma, ya que la necesidad real
es generar un proceso en donde el autocultivo sea la base de las relaciones
productivas, articulando a los pequeños y medianos productores con quienes
procesan la planta con la finalidad de hacer productos terapéuticos,
permitiendo la generación de una industria local a través de la economía
asociativa que mantenga una medicina barata y de calidad.
Por tanto
rechazamos las intenciones de algunos sectores políticos y económicos de
únicamente importar materia prima, lo que implicaría un monopolio
anticonstitucional que no supone respuesta alguna a problemas conexos como el
narcotráfico, ya que la regularización de la producción local es la única
respuesta para disminuir la participación del narco en el mercado del cannabis.
Marchamos
para mostrar que como movimiento cada vez tenemos más fuerza y rigor y que el
único camino a transitar es el de la regularización integral del cannabis con
un claro enfoque local, y no sujetos a las corporaciones internacionales.
Marchamos
por la regularización completa del cannabis medicinal y terapéutico con un
claro enfoque local que permita la tecnificación y mejoramiento de la
producción local, incentivando el autoabastecimiento, y el mantenimiento de
precios bajos y solidarios.
Marchamos
por la regularización de los usos personales adultos y sociales, para que pare
la identificación por perfiles de usuarios de cannabis, requisas ilegales,
detenciones arbitrarias, constante vulneración de derechos, y presiones
psicológicas desde la institucionalidad estatal.
Marchamos
por la plena integración de lxs cultivadirxs y sus actividades profesionales al
desarrollo de la industria del cannabis medicinal, lo que implica el poder dar
las garantías necesarias para su plena integración sin criminalizarlos
penalmente.
Marchamos
por los derechos de cada uno de los distintos tipos de usuarixs, por seguir con
la lucha e invitar a unificar fuerzas por una meta en común.
Fecha: Viernes 3 de Mayo de 2019
Hora: 14H00
RECORRIDO:
1.
Concentración: Parque María Augusta Urrutia.
(Parque ecológico de Solanda)
2.
Salida: Calle Salvador bravo sentido occidente – oriente hasta Avenida Teniente Hugo Ortíz.
3.
Teniente Hugo Ortíz en sentido norte – sur hasta Moran Valverde y Avenida Quitumbe Ñan.
4.
Avenida Quitumbe Ñan en sentido norte sur, hasta Calle Pachamama.
5.
Llegada: Plataforma Gubernamental Sur y Plaza Quitumbe.