Redacción Guayaquil-Quito
La aprobación de una ley que regula el cultivo, venta y consumo de marihuana en Uruguay es vista de forma positiva por algunas organizaciones ecuatorianas que esperan que en el país también se tome ese ejemplo.
“Esta es una oportunidad de experimentar y de ver si en realidad esta es una alternativa a la lucha contra el narcotráfico, que desde hace más de 40 años no ha dado ningún resultado positivo”, dijo Gabriel Buitrón, representante de la agrupación Ecuador Cannábico. Para Buitrón el país necesita espacios de debate, de información y de prevención sobre el uso de drogas. “Con la despenalización de las drogas las cárceles ya no estarán llenas de consumidores. Con esto no queremos que piensen que apoyamos el consumo de drogas, sino que se respeten los derechos individuales”, mencionó.
Buitrón cita como uno de los mejores ejemplos a Portugal, en donde todas las drogas fueron legalizadas. “Ahí el consumo en jóvenes se redujo, mientras que en los países en donde consumir marihuana es prohibido hay cifras más altas. Lo importante es el excelente sistema de salud que se maneja”, señaló.
Para el representante de la organización la legalización de la marihuana no afectará a la población. “En el país se consumen drogas mucho más perjudiciales. Por ejemplo el Ecuador es el segundo país en Sudamérica que más toma licor y el tabaco es mucho más adictivo que la marihuana”, dijo.
Además indica que la legalización no hará que todo el mundo se haga usuario o consumidor de la planta. “No todos pueden, ni se debe permitir que consuman. Por ejemplo, personas que tienen tendencia a la adicción o a la paranoia no deben fumar”, explicó.
Mientras tanto, Gabriel, otro integrante de Guayaquil Cannábico, señaló que la legalización incluye una política orientada a minimizar los riesgos y a reducir los daños del uso del cannabis, además de una promoción información, educación y prevención, sobre las consecuencias y efectos perjudiciales vinculados a dicho consumo así como el tratamiento, rehabilitación y reinserción social de los usuarios problemáticos de drogas.
“Como colectivo estamos emocionados. Lo de Uruguay es un ejemplo para el mundo, su proyecto de ley es muy interesante: ve el consumo del cannabis como un tema de salud pública, identifica los diferentes tipos de usuarios y establece un control para el cultivo y compra de marihuana; es una política orientada a minimizar los riesgos y a reducir los daños del uso del cannabis”, añadió Gabriel.
LOS LEGISLADORES OPINAN
Patricio Donoso, asambleísta por CREO, expresó su desacuerdo ante la aprobación de esta ley en Uruguay. “Esto puede dar paso a abusos. La juventud tiene que ser guiada y no se puede permitir tener un arca abierta y permitir que hagan todo tipo de cosas”, señaló.
Para el oficialista Armando Aguilar, el paso dado por Uruguay debe ser observado como un ejemplo para otros países. “Miles de personas han muerto en la absurda lucha que se ha mantenido contra las drogas. Si existiera un control por parte del Estado para quienes cayeron en el consumo sería mucho más eficiente la legalización”, indicó el legislador.
Con él concuerda Gina Godoy, asambleísta de la misma bancada, quien considera que las prácticas clandestinas de la industria de la droga la convierten en un producto más cotizado, exponiendo a los consumidores.
“Yo veo con admiración la iniciativa que ha tenido Uruguay, en donde ha existido un alto nivel de debate. En otros espacios este mismo tema provocaría alarma, repudio, rechazo y hasta recriminación”, señaló.
Godoy indicó que Uruguay no se convertirá en un país de consumo. “Muchos dirán que la gente llegará a Uruguay para comprar, vender y consumir. Eso no va a pasar, porque va a existir un control y un registro adecuado de qué persona puede y tiene la posibilidad de consumir, entendiendo esto como un problema manejado desde la salud”, manifestó. (MBM-JMA)
FUENTE: EXTRA
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