Cannábicos y cannábicas del Ecuador.
EcuadorCannábico mira con mucha preocupación las últimas declaraciones y acciones, referidas a la política de drogas, por parte del presidente Rafael Correa, el CONSEP y los medios de comunicación.
No estamos contentos con estas decisiones, no nos favorecen ni representan, no protegen derechos, no asumen sus responsabilidades como Estado, como Gobierno, como Instituciones y Servidores públicos. La política en este país está teniendo su RESTAURACIÓN CONSERVADORA, pero no solo desde los políticos opositores o llamados "de derecha", sino desde el mismo seno del Gobierno. Estas políticas no solo afectan a los usuarios cannábicos, sino que afectan a las poblaciones más vulnerables en muchos sentidos, campesinos, mujeres, organizaciones sociales y activistas de izquierda o de pensamientos alternativos (que no se alinean ni tienen convergencias con la derecha) también están siendo afectados por la forma de hacer política de los últimos tres años de quienes hoy tienen los poderes político-económicos en Ecuador.
La policía y la iglesia, los narcotraficantes, así como los que ya se frotan las manos con un nuevo negocio, estarán contentos, porque estas medidas van contra los microexpendedores y usuarios de drogas, contra los más débiles en los eslabones del narcotráfico, porque esas dinámicas posibilitan el éxito del los benefactores del capitalismo, el éxito de quienes ejercen la guerra contra las drogas, el éxito de quienes lucran de las cárceles y los sistemas de vigilancia y castigo. Más claro, después de tantos avances políticos y sociales logrados RETROCEDEMOS PATRIA.
Nosotros tampoco queremos que las drogas lleguen a los colegios, tampoco queremos narcotráfico, tampoco queremos crimen organizado, tampoco queremos violencia, si ese es el discurso con que se defienden. Pero los modelos más efectivos en esto no han sido los que usan a sus bases sociales solo como votantes o carne de cañon, represores y criminalizadores, sino los que han trabajado de verdad con la sociedad civil organizada, los que han hecho caso a la evidencia científica, a los estudios serios, a las lógicas culturales y al diálogo social real.
Rechazamos todo intento de represión y criminalización de usuarios, consumidores, autocultivadores, organizaciones cannábicas y activistas por los derechos civiles. Rechazamos la moral conservadora impuesta venga de donde venga. Rechazamos la policialización del debate de las drogas y la clericalización del manejo de nuestros cuerpos y nuestras voluntades. Rechazamos las nuevas tablas de trafico que siguen dejando en gris a usuarios y narcotraficantes. Y rechazamos a quienes construyen leyes injustas y con vicios y vacíos que buscan beneficiar a sus intereses y dejar en la incertidumbre e indefención a los más débiles.
¡AUTOCULTIVO O MUERTE, VENCEREMOS!