La
marihuana medicinal se prescribe en aquellas enfermedades que vienen acompañadas de supresión de apetito, pérdidas de peso o dolores crónicos, síntomas que se encuentran en pacientes aquejados de tipos de cáncer y síntomas presentes en las etapas finales del SIDA.
El estudio realizado podría ofrecer una nueva vía. Los científicos encontraron que en la superficie de las células inmunes de los receptores de la marihuana, llamados receptores cannabinoides CB1 y CB2, podían influir en la propagación del virus.
Básicamente los receptores CB1 aparecen como responsables de la euforia y de los efectos anticonvulsivos del cannabis. En cambio, los receptores del tipo CB2 se encuentran casi exclusivamente en el sistema inmunitario, con una gran cantidad en el bazo. Los CB2 son los responsables de la acción antiinflamatoria.
El hallazgo por tanto supone que comprender el efecto de estos receptores sobre el virus podría ayudar a los científicos a desarrollar nuevos medicamentos para retardar la progresión del SIDA. Según cuenta Cristina Costantino, autor principal del estudio:
Sabíamos que los fármacos cannabinoides como la marihuana pueden tener un efecto terapéutico en pacientes con SIDA, pero no entendíamos cómo influyen en la propagación del virus en sí mismo. Queríamos explorar los receptores de cannabinoides como diana para las intervenciones farmacéuticas que tratan los síntomas de la última etapa del SIDA y prevenir la progresión de la enfermedad sin los efectos secundarios indeseables de la marihuana medicinal.
El VIH infecta las células inmunes activas que llevan el receptor viral CD4, lo que produce que estas células no puedan combatir la infección. Para su propagación, el virus requiere las células inmunes activas que se encuentren en reposo. Ya en la fase terminal del SIDA, el VIH muta para infectar a estas células en reposo y lo hacen ganando la entrada en la célula mediante el uso del receptor de señalización CXCR4.
Y aquí llega el hallazgo de los científicos. Al parecer, al tratar las células con un cannabinoide agonista que desencadena CB2 encontraron que el receptor CB2 bloqueaba el proceso de señalización, y por tanto, suprimía la infección de las células inmunes en reposo.
Por esta razón hablaba Costantino de investigar más con el fin de evitar la activación de los receptores CB1. Trataron de explorar terapias con receptores CB2 únicamente, aplicando una sustancia química que provocaba CB2 en las células inmunes infectadas por el VIH.
El resultado fue que el fármaco redujo la infección de las células restantes. Según Costantino:
Encontramos que el desarrollo de un medicamento que dispara sólo CB2 como tratamiento adyuvante a la medicación antiviral estándar podía ayudar a aliviar los síntomas de la etapa tardía del SIDA y prevenir la propagación del virus.
A partir de aquí y una vez visto que los resultados han sido más que prometedores in vitro, el equipo de investigación continuará con un modelo de ratón con el virus en su etapa final. Prueba que determinará la eficacia del fármaco que activa CB2.
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