¡BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS!


Bienvenidos a www.ECUADORCANNABICO.blogspot.com, de hoy en adelante ésta será tu página de información pro-legalización de esta mítica planta y todos sus derivados medicinales, recreacionales, de uso espiritual e industrial.

Aquí encontraremos, difundiremos e intercambiaremos material escrito y audiovisual, así como propuestas de acción para la consecución de objetivos científicos, ideológicos, culturales y políticos que contribuyan al proceso de legalización y despenalización de "María".

Dejamos totalmente claro que nuestro pensamiento no va dirigido al apoyo del comercio (legal o ilegal) y/o narcotráfico de este y otros enteógenos naturales, más bien estamos interesados en la difusión de la información para el cultivo autogestionado para uso y consumo curativo, lúdico, ritual y mental del cultivador como de sus personas cercanas.

Construyamos juntos un porvenir libre para un recurso natural que debe ser un derecho de la humanidad, y localicemos nuestra lucha en estas latitudes, tomando el ejemplo de tantos otros lugares donde se ha conseguido que la siembra, el cultivo y consumo de cannabis sea legítimo para tod*s.

Ecuador Cannabico, información libre desde: Martes, 1 de Diciembre de 2009.

viernes, 15 de mayo de 2020

Cannabis: ¿industria nacional o negocio de las élites económicas?




Después de mucho tiempo de silencio un representante del gobierno nacional, de forma pública, se pronunció sobre el futuro del cannabis medicinal e industrial como alternativa económica para superar las secuelas que la pandemia dejará en la economía.

Tomando en cuenta que desde el 24 de julio ya estará vigentes las reformas del Código Orgánico Integral Penal, las cuales sacan al cannabis no psicoactivo con menos del 1% de THC de la lista de substancias sujetas a fiscalización, y a su vez, obliga a que estén listos los reglamentos por parte de la autoridad agraria nacional, el ministro Ontaneda señaló que esta será la oportunidad para generar miles de empleos y dólares a través de esta industria.

Esta posibilidad emocionó a muchas personas en redes sociales, más, realizando un análisis profundo del asunto, nos preguntamos: ¿Por qué en este momento?, ¿cuál será el modelo del negocio?, pero sobre todo: ¿por qué este mensaje nace desde el vocero del ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones, Acuacultura y Pesca?

Un nuevo ministerio en el juego

El funcionario público, Iván Ontaneda, es el último de los actores del gobierno central, junto con las carteras de Agricultura y Salud, que de una forma u otra están empujando la generación de la normativa necesaria para el desarrollo de la industria del cannabis. Si bien él no tiene competencias directas derivadas de la reforma al COIP, como si lo tiene agricultura, representa a sectores económicos alineados en sus enfoques y estrategias, lo que le da la autoridad para ejercer vocería.  

Ontaneda, de origen lojano, es parte de una familia relacionada desde hace mucho tiempo con la exportación de cacao; antes de ser ministro tuvo puestos claves en los gremios empresariales, llegando a ser presidente de la Asociación Nacional de Exportadores e Industriales del Cacao del Ecuador (ANECACAO), y, posteriormente, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (FEDEXPO)
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Por lo tanto es parte de los grupos de poder relacionados con los exportadores y agroindustriales de materias primas de la costa ecuatoriana –al igual que ministros como Xavier Lazo, del MAG-, y en esa medida sostienen una identidad ideológica claramente neoliberal, lo que a su vez implica, que sus enfoques no toman en cuenta el fortalecimiento de los pequeños y medianos actores, sino, la concentración del negocio en pocas manos, en suma, continuar con la exportación de materia prima e importación de bienes de consumo con alto valor agregado, como el cannabis medicinal farmacéutico.   

¿El momento es ahora?

Si bien el ministro enfatizó el poder económico de la industria del cannabis y lo que puede implicar para levantarnos de pérdidas que según los expertos pueden ir del 2% del producto interno bruto al 6% (de 2.000 millones a 6.000 millones de dólares, aunque en realidad esto no sabemos)[1] y la destrucción de 508.000 a 743.000 puestos de empleo, esto sin contar los 80.000 desempleados producto de las políticas de reducción del aparato estatal aplicadas por Lenin Moreno, de ninguna manera se puede pensar que esta industria es la panacea, ni que generará ni el retorno necesario, ni los trabajos para sobrepasar la grave crisis económica.

Por ejemplo, en Colombia, después de cuatro años de desarrollo se han generado 975 empleos e ingresos por 99 millones por productos transformados, incluso las proyecciones de generación de empleo en el informe de Fededesarrollo sostienen que para el 2025 se podrían llegar a 450 hectáreas cultivadas, generando 27.000 empleos y posibles ingresos por 2.700 millones de dólares.[2] Eso Colombia que está adelantada en esta industria.

Esto además tiene otro componente: la contracción del auge del mercado del cannabis que inicio en el último trimestre del 2018 –antes que se oficialice el tema del COVD-, lo que implicará un retroceso en el empuje inicial de las inversiones económicas de las grandes empresas internacionales[3], la emergencia de nuevas empresas y la reorganización del mercado.

Modelos de negocio

Como ya lo señalamos, quienes están tras la elaboración de los reglamentos, son los equipos de asesores de los ministerios de Agricultura, así como de Producción y Comercio Exterior, responden a los fetiches de la lógica neoliberal. De esta manera sabemos que se busca una industria con poca participación del Estado y lo público, siendo que se convierte en un requisito para el desarrollo de esta industria la precarización laboral, para que tengamos una idea, un modelo bastante parecido al banano, las rosas o cualquier otro producto primario de exportación.

Si entendemos que el subdesarrollo es una condición en sí misma, no una fase de transición al desarrollo, y, que el avance de los mercados del cannabis está estrechamente ligado a la expansión de los países desarrollados, –Canadá, Estados Unidos- y el desarrollo de una economía dependiente en la periferia -Ecuador, Colombia-  ¿Qué nos hace pensar que el modelo de negocio del cannabis será diferente al del Cacao, sector de donde viene el ministro que ahora quiere incursionar en el cannabis?

Estas relaciones a escala internacional, donde cada país tiene un rol en el proceso de producción, además se repiten a nivel local, lo que implica que la concentración de los medios de producción (tierra, capitales para la inversión, tecnología y conocimientos) estará en las manos de la oligarquía, a quien este régimen representa, mientras que los campesinas/os y jornaleras/os agrícolas se verán obligados a trabajar, en condiciones similares como en la industria del banano, ni más ni menos.

Nuestras alternativas

El modelo oligárquico esta en absoluta contradicción con la constitución de la república y las propuestas construidas desde varios sectores sociales para el fortalecimiento de la asociatividad y el desarrollo local de la industria del cannabis.

La explotación intensiva del cannabis no psicoactivo para su industrialización requiere grandes extensiones de terreno para la implementación de grandes monocultivos, los que para ser competitivos dentro de la lógica actual del mercado, con países análogos como Colombia, debemos entrar en una desregularización del mercado laboral, lo que implica el retorno de contratos a destajo, plazo fijo o la fragmentación de las 40 horas de la jornada laboral en fines de semana, tardes e incluso noches, como se lo plantea en el proyecto económico urgente por el COVID que está siendo tratado en la Asamblea Nacional.

Por su parte el cannabis medicinal necesita complejos procesos de trazabilidad al ser productos enfocados en la salud humana, y, al no existir el apoyo del aparato público para el fortalecimiento de las pequeñas cadenas de producción, solo quienes tengan la inversión necesaria podrá incursionar en este mercado.

Es por eso importante, en un primer momento la unidad de todos los actores locales, sean grandes o pequeños, interesados en el verdadero desarrollo de las potencialidades locales, para generar las presiones correspondientes ante el avance de la oligarquía agroexportadora, aquel grupo socio económico que ha significado, desde el inicio de la república, el peor lastre para el desarrollo del Ecuador.

Reiteramos la importancia de asumir una postura concreta en defensa de los intereses nacionales, y no la de un puñado de empresarios, para salir de esta crisis es necesario cambiar el modelo de generación, acumulación y redistribución de riqueza, no traer a una nueva oportunidad los vicios y errores del pasado.